P.H. Clarke - Cien miniaturas rusas (capitulo decimo)
CAPITULO DECIMO
SACRIFICIO DE CALIDAD O PERMUTA.
La mayoría de los jugadores se sienten muy satisfechos cuando realizan sacrificios y logran que las fuerzas menores triunfen sobre las superiores. En cierta forma se acercan a la verdad del ajedrez. La dificultad durante la lucha practica es alcanzar un grado de habilidad artística sin que esta quede oscurecida por consideraciones físicas o materialistas. Renunciar a una torre por un alfil o un caballo posee a este respecto especial significado, porque se trata, uno diría, de un sacrificio sin sacrificio. El equilibrio numérico de fuerzas no se altera en absoluto.
La permuta de una torre por otra pieza menor nos ha porporcionado precisamente este vocablo, “permuta”, que denota la diferencia de valores. Uno puede ganar con la permuta aunque en forma tangible no exista tal cosa en el tablero de ajedrez. En algunos idiomas existe también el vocablo “calidad”, pues, indudablemente, una torre es cualitativamente superior a un alfil o un caballo; y, cuando es cambiada por alguno de estos últimos, se entiende que por breve espacio de tiempo, la calidad de la torre se transfiere a una pieza menor tomada en su lugar. Explicandolo mas claramente, debido a las condiciones que privan, un alfil o una caballo es la pieza mejor equipada y por lo tanto, momentáneamente de mayor calidad.
Todo esto se observara muy claramente en las siguientes partidas. Cada vez nos tropezaremos con el hecho de que el vencedor entrega calidad durante el curso de su ataque; y cada vez, cuando la defensa es desigual a las amenazas de las fuerzas menores, la corrección de su estrategia queda completamente confirmada.
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El caso mas emblemático es el del complejo de casillas débiles, pues ahí una torre no puede sustituir al ausente alfil. Las primeras cuatro partidas ilustran este tema, con las blancas explotando la ausencia del alfil de rey enemigo. Empezaremos con un ejemplo en el que las negras ignoran el evidente peligro que hay en la diagonal y se salen de los caminos correctos arruinando totalmente su posición. Mas tarde se encuentran con un rápido y terrible destino.
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A continuación un ejemplo parecido, pero situado en un escenario mas moderno. Por esa razón hay que decir que las negras son mas culpables. Ademas, el pleno conocimiento de que la estrategia de casillas negras es el motivo básico de las blancas en esta variante, debió haber sido una buena advertencia. El final es perfecto.
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Para nuestros siguientes dos ejemplos volvemos a la defensa siciliana. La vulnerabilidad de las casillas negras es menos evidente en estas partidas, pero al examinarlas cuidadosamente se puede ver cuan fuerte es el alfil de dama blanco y como domina la posición. El ganador de esta partida logro fama internacional y el titulo de gran maestro en un torneo zonal.
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Similar destino sufre esta vez el rey negro, y de nuevo la casilla d6 es su talon de Aquiles. Durante trece jugadas la partida es idéntica a la jugada por Artiushikhin y Koifman (partida 65) que las negras ganaron cinco movimientos mas tarde. Aquí, Strom elige una defensa inferior y pasiva, y la diferencia es muy acusada.
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La perdida del alfil de dama y la debilidad resultante en las casillas blancas puede también ser desastrosa para las negras. En el siguiente ejemplo se arruinan a si mismas mediante un temerario impulso de atacar. La ventaja de las blancas es tan amplia que pueden permitirse desprenderse de sus torres, exponiendo al rey enemigo a un terrible ataque sobre las diagonales.
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Es muy posible tener un complejo de casillas débiles, aun cuando el correspondiente alfil este todavía en el tablero para defenderlas. En tales casos la condición queda usualmente limitada a tiempo y espacio, pero si el atacante puede llevar sus fuerzas al lugar critico antes de que la defensa pueda recobrarse, probablemente será fatal. Aquí tenemos una partida en la que las negras juegan una apertura demasiado pasivamente y asi son pilladas de sorpresa por un tremendo ataque.
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La variante de apertura de la siguiente partida tiene interés histórico, ya que se dio en dos famosos encuentros entre Lasker y Pillsbury. Se cuenta que el americano, habiendo perdido la primera, mejoro la apertura y espero durante ocho años antes de usarla contra el campeón; entonces la gano. Actualmente se considera que las negras disfrutan de amplios recursos, pero Shashin no los aplica.
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Algunas personas dicen que el análisis y la teoría convierten al ajedrez en un juego aburrido y monótono. Sin embargo lo contrario es, a menudo, cierto ya que el estudio preparatorio puede capacitar a un jugador para seguir una línea que seria imposible de ver sin realizar un análisis. Esta partida pone esto de relieve. El hecho de que el vencedor supiese perfectamente lo que estaba haciendo no resta emoción a la contienda.
