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Cómo preparar una apertura/defensa
Consejos para crear tu repertorio de aperturas

Cómo preparar una apertura/defensa

La-Morsa
| 28 | Teoría de Aperturas

Probablemente el pecado original de cualquier ajedrecista sea el estudiar aperturas. La razón de este comportamiento es muy sencilla: nadie quiere perder en las primeras jugadas. Y por ello nosotros los ajedrecistas nos embarcamos en esta parte del estudio que es muy árida y que además, cambia con mucha frecuencia, es decir, una jugada que resultaba buena se encontró poco después que no lo era tanto. Y entonces, todo lo que sabíamos resulta poco menos que inútil.

Kasparov

El Ogro de Bakú en acción. | Foto chess.com

Ya Kasparov ha dicho en innumerables ocasiones, que en alguno de los encuentros que tuvo con Karpov por el título mundial, él tenía una serie de “novedades téóricas” que seguramente, si su rival entraba en ellas, perdería sin duda. Kasparov hablaba de esa preparación en las aperturas como si tuviese un gran sable como arma. Sin embargo, años después confesaría que al evaluar esas posiciones con los programas de ajedrez, encontraría que había decenas de errores feos en el análisis. Y entonces las palabras de Kasparov fueron estas: “no tenía un sable, a lo más un pequeño cuchillo”.

Es por eso que Capablanca recomendaba mejor estudiar finales. Y su consejo no debe caer en saco roto. Si se entienden los finales se está fundamentando todo lo demás que se observa en una partida de ajedrez. Aún así, y considerando que el estudio de las aperturas eventualmente hay que realizarlo si se quiere llegar a jugar bien, pienso que hay que realizarlo en paralelo con las otras actividades: finales, estudio de la táctica, análisis de partidas ilustrativas, etcétera.

Pero entremos en materia… El estudio de una apertura o defensa debe hacerse de forma sistemática y hay que reconocer que

  1. No se podrá abarcar todas las posibilidades y
  2. Siempre los juicios de valor sobre una posición pueden refinarse. Por ello, haremos un ejercicio ilustrativo, para que el lector vea cómo prepararse.

Consideremos, por ejemplo, la Variante Portuguesa en la Defensa Escandinava:

Esta variante es muy aguda y se pueden dar partidas con mucho contrajuego por parte de las negras. Es una línea de doble filo y si se quiere jugar, más vale estar preparado. En la posición del diagrama, las blancas pueden jugar 7. exf7+, a lo que el negro puede responder con 7. … Rxf7. Las preguntas aquí son ¿Es jugable esta línea para el negro? ¿Está compensada la entrega de los peones por el desarrollo?

Ya tenemos con qué trabajar, y ahora empieza la investigación, la cual debe seguir los siguientes pasos:

  • Busque en las bases de partidas aquellas en donde se llegó a esta posición. Como pudiesen encontrarse muchas de ellas, ordénense estas por rating (si esto es posible), para ver las más significativas. En muchas colecciones de partidas no se hace distinción entre partidas de grandes maestros o jugadores sub10, por lo que debemos depurar los datos para obtener las partidas más relevantes.
  • Busque contenidos en Internet que hablen de la variante que quiere estudiar. Chess.com tiene ya muchos videos de aperturas y quizás ya algún maestro haya hecho algún análisis al respecto.
  • Revise si hay libros sobre la línea a preparar. Si es una variante popular es probable encuentre mucha información al respecto.

Una vez que tenga toda la información posible, debe empezar a desmenuzarla. Un esquema muy útil es también ordenar por año en que se jugó la variante en cuestión, pues así se puede ver el desarrollo histórico de la misma.

Empiece a ver las partidas con cuidado. Tome notas de lo que le parece dudoso. Trate de tener un panorama de cómo la variante ha evolucionado y vea las partidas de los jugadores más fuertes que pueda tener a la mano.

Por ejemplo, después de 1. e4 d5 2. exd5 Cf6 3. d4 Ag4 4. f3 Af5 5. c4 e6 6. dxe6 Cc6 7. exf7+ Rxf7 8. Ae3 Ab4+ 9. Cc3 Te8 10. Rf2, ¿qué debería jugar el negro?

Piense un poco, porque la situación es en estos momentos muy interesante. Las negras tienen un gran desarrollo y a pesar de que su rey parece estar en peligro, las blancas están lejos de un ataque al monarca rival. Puede revisar en su manejador de base de partidas si esta posición se ha dado ya. Y ¡Eureka! Podrá ver que hay varias partidas. Por ejemplo, la siguiente:

Pero todo esto puede ser insuficiente. La prueba de fuego es jugar la variante estudiada. Sin embargo, no se tiene que esperar a inscribirse a un torneo. Puede, por ejemplo, poner su programa de ajedrez favorito y jugar algunas partidas con esta línea. Intente jugar contra un programa fuerte y mantenga éste en su máximo nivel. Trate de jugar imitando las condiciones de un torneo. Ponga reloj y dése una hora para toda la partida (por jugador). Ponga en el programa la posición de interés y empiece a jugarla. Vea cómo un programa fuerte lucha contra la variante estudiada. Notará, por ejemplo, la resilencia de los programas de computadora, que buscan hasta el último recurso.

Cuando haga todo esto, escriba las conclusiones al respecto. Apunte o copie las partidas más significativas de la variante. Puede intentar llevar un tarjetero como el que las Polgar tenían, con cientos de variantes analizadas.

Finalmente, lleve un registro de las partidas modernas. Indague si se sigue jugando la línea. Las publicaciones como en Informador Ajedrecístico son importantes en este sentido.

Si hace todo esto, probablemente empiece a entender más la variante en la que ha trabajado y quizás gane más partidas. Pero recuerde que no es un asunto de memoria, sino de entendimiento.  Cada posición tiene su propia naturaleza y hay jugadas típicas en las líneas, las cuales hay que descubrir y entender.

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