La apertura (II) - El desarrollo prematuro de la dama

La apertura (II) - El desarrollo prematuro de la dama

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¿No es acaso la dama la pieza más móvil y poderosa del tablero? ¿Por qué reservar, entonces, su fuerza para un momento avanzado de la partida cuando puede decidir la lucha de buen principio?

Estudiemos en la siguiente partida los peligros a que se expone una dama que decide intervenir desde el primer momento en el combate.

Partida 1

La salida prematura de la dama favorece el desarrollo de las piezas contrarias, que pueden ganar importantes tiempos para su movilización con el simple ataque sobre ésta.

En algunos casos, incluso, esta tendencia a la movilización apresurada de la dama, olvidando las reglas esenciales que marcan la lucha por un desarrollo armónico en la apertura, lleva a perjuicios más graves, como la pérdida de material, y en determinadas posiciones puede conducir a una derrota directa.

Observemos la siguientes partida, que es una muestra de ello.

Partida 2


Resumen 

En la apertura es esencial seguir unas normas específicas para el desarrollo.

  • Las piezas de ajedrez, e n particular los caballos, no deben colocarse en los límites del tablero, donde carecen de juego. Lo acertado es situarlos en casillas próximas al centro para que desplieguen toda su actividad.
  • A fin de completar rápidamente el desarrollo de todos los efectivos, no deben perderse tiempos moviendo más de una vez una pieza.
  • Debido a que los alfiles ya despliegan cierta actividad desde su casilla inicial, es aconsejable desarrollar antes los caballos.
  • El cambio de una pieza que ha movido varias veces por otra de igual valor que lo ha hecho en menos ocasiones se considera también una pérdida de tiempo.
  • El avance prematuro de la dama favorece el desarrollo del rival, que gana valiosos tiempos atacándola.
  • Deben desarrollarse los peones centrales y las piezas menores, y poner el rey a salvo, antes de poner en juego la dama.