Primer torneo oficial de rapid
Sala de juego del circolo Camillo Protto

Primer torneo oficial de rapid

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Ayer jugué mi primer torneo oficial de ajedrez rapid, un torneo de 9 rondas de 12+3, o sea, 12 minutos para cada jugador más 3 segundos de incremento por cada jugada; si pensamos que una partida “normal” puede tener 50-60 jugadas hablamos de partidas de una media hora máxima de duración.

Quiero escribir esto antes de que algunas cosas se me olviden o pasen por la criba de la memoria selectiva y se vayan ellas también al olvido.

Un torneo de estas características es toda una experiencia, en primer lugar, a nivel humano. Concentrar en unas ocho horas nueve partidas significa sentarte nueve veces frente a nueve personas desconocidas de todo tipo, en mi caso desde una joven promesa de 11 años hasta un señor ya más cerca de los 60 que de los 50 que conserva uno de los títulos de “nobleza” que otorga la Federación Mundial de Ajedrez (maestro candidato, maestro, maestro internacional y gran maestro), obtenido probablemente hace muchos años. Para mí, personalmente, tiene un punto parecido a aquella cosa que hizo Marina Abramovic de mirarse fijamente a los ojos con un extraño durante varios minutos.

El ambiente de un torneo de ajedrez (al menos en Italia en este momento) es muy parecido al que uno puede llegar a imaginar si tiene una mente un poco creativa: algunos grupos pequeños de gente que se conoce por los diferentes clubes (Florencia, Prato, Livorno…) y mucha gente “suelta”, con más o menos conocidos del circuito en función de la experiencia. Vamos, gente como yo con unas capacidades sociales no excelsas.

Las aspiraciones de cada uno son muy diferentes: gente que juega para ganar y que sufre por los medios puntos que se escapan, aficionados que tienen ganas sencillamente de jugar un torneo intenso, niños que quieren saber cuánto hay de cierto en esa etiqueta de “prodigio” que alguien les habrá puesto y personas de una cierta edad que no quieren dejar su puesto de jugadores alfa a las nuevas generaciones.

Quiero dejar escritas un par de cosas sobre mi actuación para leerlas dentro de unos años. En general estoy contento con el resultado (4,5 puntos de 9), pero creo que tuve un día muy irregular que no me permite saber exactamente cuál es el rating en el que me puedo mover. Creo que las mejores partidas que jugué fue contra jugadores bastante mejores que yo mientras que las partidas con jugadores que se acercan más a mi nivel fueron las menos precisas. Esta fue mi actuación:

Rivales Torneo Rapid Memorial Massimo Pailli 2024

Y aquí un pequeño resumen de cada partida:

  • Blancas: gambito Smith Morra con 3… Cf6. Partida igualada que se decide por un error de mi rival, que me permite capturar una torre limpia en el final. 1/1
  • Negras: gambito Smith Morra con 3… d3. Partida que domino hasta que intento exagerar y pierdo un caballo sin ningún tipo de compensación. Incomprensiblemente el rival se conforma con tablas por repetición, que acepto en una partida en la que estoy mucho peor. 1,5/2
  • Negras: juego mi querida Najdorf contra este niño de 11 años y ya después de la jugada 10 creo que no estoy mal. A medida que avanza la partida creo que estoy bien y gano un peón. Llega un momento incluso en el que mi rival encuentra la única jugada que le permite mantener una pieza atrapada. Y cuando mejor me veía llega otro error garrafal de mi parte, perdiendo un caballo y con él toda esperanza. Mi rival tarda pocas jugadas más en materializar su ventaja y abandono, enfadado por mi error pero muy contento por haberle apretado tanto con negras a un jugador de casi 2000 puntos. 1,5/3
  • Blancas: gambito Smith-Morra con la misma línea que en la primera partida, 3… Cf6. Aquí cometo el peor error del día, que me cuesta la dama alrededor de la jugada 20. Intento apretar un poco por tiempo pero la desventaja es demasiado grande. Probablemente la peor partida del día en general. 1,5/4.
  • Negras contra otro debutante como yo: sistema Londres, que se le derrumba rápidamente gracias a la línea con 2… c5, que saca a mi rival de las líneas más comunes. La victoria más cómoda del día contra el que se demuestra también el rival más débil. 2,5/4
  • Blancas y de nuevo gambito Smith-Morra, está vez aceptado. Partida de doble filo donde creo que calculo muy bien una línea donde su torre queda clavada en f7 con mi alfil blanco en d5 fijando toda la posición del negro. Una partida bastante buena donde no pierdo mi ocasión de cometer un error y dejarme una jugada que habría ganado antes y de forma más directa. Termina con jaque mate. 3,5/6.
  • Blancas: defensa francesa, entro en la Tarrasch pero creo que cometo algún error en el orden de las jugadas y aunque no estoy exactamente peor, sufro para encontrar jugadas que aligeren la tensión. Pierdo un peón que a veces parece que puedo recuperar pero creo que mi rival, que quedó sexto en el torneo, jugó una excelente partida y supo ganarme un final bastante técnico. 3,5/7.
  • Negras. Apertura de dama rara, con d4, e3 y Ad3. Me quedo mejor después de 10-12 jugadas, con un buen centro de peones que se asoman a la tercera e incluso a la segunda fila del rival, pero no acierto con las jugadas claves, el rival aguanta con mucho oficio y penetra por la fila f de manera decisiva. Una partida que pone de manifiesto mis virtudes (aperturas) y mis defectos (encontrar el plan correcto). 3,5/8.
  • Blancas contra un maestro candidato. Llego a la última partida con sentimientos encontrados: no he hecho un gran torneo pero una victoria me llevaría al que pensaba que debía ser mi puntuación más merecida, sobre los 4,5 puntos. ¡Qué sorpresa y qué decepción cuando veo que mi último rival es un maestro candidato! Pero si tiene más o menos mis mismos puntos significa que no está en su mejor momento, así que me siento con una buena mentalidad y con ganas de hacer una buena última partida. Entramos de nuevo en la línea con 3… Cf6 del gambito Smith-Morra y se ve que mi rival no está cómodo en estas posiciones. Aun así, concedo mi cuarta pieza del día y pierdo un alfil. Sin embargo, mi oponente subestima mi contrajuego en el flanco de dama y voy recuperando peones y, poco después, la pieza. Además, él es más lento que yo y la diferencia entre nuestros relojes va creciendo a mi favor. Aunque maniobra bien en una posición difícil, decido cambiar una torre y entrar en un final donde fío todo a mis dos peones pasados y ligados en las columnas a y b. Mi rival pierde tiempo capturando mis peones centrales con el rey y cuando quiere ir a detenerlos es demasiado tarde. Aunque pierde oficialmente por tiempo, la posición final ya estaba perdida para él. 4,5/9.

Muchos rivales, mucho ajedrez, muchos errores por mi parte y la sensación de que con algo más de experiencia y una mejor preparación general puedo obtener algún punto más en un torneo de estas características.