''El Dominio Del Centro Lo Es Todo''
Lo que realmente marca diferencias entre ajedrecistas es saber valorar la posición objetivamente, siendo el excesivo optimismo o pesimismo causa de numerosísimas derrotas. Naturalmente, no se puede dar una fórmula exacta y válida para todos los casos, y debe ser la práctica la que fortalezca los criterios necesarios, ya que cada posición es un mundo. A título orientativo diremos que el dominio del centro, del que hablaremos más abajo, el control de espacio y líneas abiertas, diagonales o columnas, el desarrollo y la iniciativa constituyen la base para la evaluación, y en muchos casos la superioridad objetiva en estos aspectos compensa la inferioridad de material. Ahora bien, la posesión de una columna que puede ser cerrada o de un diagonal inoperante no debe ser juzgada como motivo de superioridad, y aquí está el problema.
Como lo primero que se presenta en la apertura es el dominio del centro, comenzaremos aquí nuestras consideraciones estratégicas y, en primer lugar, diferenciaremos entre control y ocupación del centro.
En la partida (Tolush - Botwinnik, URSS, 1939) las blancas tienen ocupado el centro, pero la valoración que debe hacerse es la siguiente: en primer lugar, el rey blanco está sin enrocar, es decir, expuesto a ataques; en segundo lugar, las figuras del flanco de rey del blanco todavía no entraron en juego y, en tercer lugar, las fuerzas activas de las negras (dama, torre, alfil y caballo) están muy bien distribuídas y actúan coordinadamente. El blanco tiene dos peones de ventaja y aparentemente domina el centro, pero en realidad lo ocupa, veremos como sigue la partida:
1. ... Cd5
Si 2. Td1 sigue 2. ..., Ac3; 3. bc3, Cc6; renovando las amenazas Cf4 y Cc3. Tampoco ofrece mejores perspectivas 2. Cd5, Dd2+; 3. Rd2, Td5+, con clara superioridad negra. La respuesta real fue:
2. Ac7 Dc7
Retirando la dama de la peligrosa diagonal.
3. Cd5 Td5!
Ahora no sería lo mejor 3. Dd7, pues 4. Td1 amenaza Cc7 que, aunque puese ser contrarrestado con 4. .., Cc6; empeora la posición de las negras, debido al lugar que ocupa la dama obstaculizando la salida del alfil, pero la respuesta negra es más contundente.
Al jugar 4. ..., Td5!; las negras sacrifican calidad para eliminar la única pieza importante del blanco, completando al mismo tiempo el desarrollo para atacar la posición central del rey enemigo.
4. Dd5 Ae6
Como el objetivo prioritario es el desarrollo sería inferior capturar en b2: Si 4. ..., Ab2; 5. Tc2, Da5+; 6. Dd2, ó 5. ..., Ae6; 6. Dd2, ganando tiempo para la actividad de las figuras mayores)
5. Dd2 Cc6
Si 5. De4 sigue 5. ..., Ab2, y ahora no vale 6. Tc2 por Af5, o 6. Td1, Da5+.
Llegado a esta posición las blancas están en graves dificultades, pese a la ventaja material, pues la negras pondrán a jugar inmediatamente a la torre, compensando ampliamente la calidad, siendo preciso compaginar la defensa de las amenazas con el desarrollo del flanco de rey. La torre blanca no puede jugar a la casilla d1 porque supone dejar la diagonal e1-a5 para el negro. El bloqueo de la columna con 6. Ad3 tiene como respuesta 6. ..., Td8, con la amenaza Af5, por lo que la dama debe desplazarse. Las mejores perspectivas las presenta 6. Tc3, pues 6. ..., Td8 ya no resulta peligrosa, y en caso de 6. ..., Ac3; 7. Dc3, Aa2; la defensa resulta mucho más fácil, pero las negras no tienen que precipitarse y pueden jugar 6. ..., Cb4, con muy buenas perspectivas.
La realidad fue:
6. Td1 Td8
7. Dc1 Da5+
8. Td2 Td5
Refuerza la posición de las figuras para liquidar el flanco de dama blanco.
9. Ce2 Tc5
Contra 9. Cf3 la forma de ganar es 9. ..., Tc5; 10. Da1, Cb4; 11. Cd4, Cc2+; 12. Cc2, Tc2; 13. Dd1, Tb2, ó 10. Db1, Aa2; 11. Da1, Cb4.
10. Cc3 Ac3
Esta continuación es más fuerte que Tc3; 11. bc3, Ac3; 12. Ad3, que liquidaría material y detendría el ataque.
11. bc3 Tc3
12. Db2 Ta3
Conservando la torre, las negras no solo capturan el último peón del flanco dama, sino que también continúan con el ataque.
13. Db5 Dc3
14. Db2 Dc5
La nueva posición de la dama negra impide la defensa contra Ta2.
15. Db1 Aa2!!
Naturalmente, no se puede apartar la dama con Db7 por 15. ..., Dc1+; 16. Re2, Ac4+; 17. Rf3, Dd2; 18. Ac4, Ce5+; 19. Re4 (19. Rg3, Te3!!), Dc2+; 20. Re5, Dc4; 21. Dd5, Ta5!; 22. Da5, f6++.
16. Ta2 Da5+
17. Td2 Ta1
18. Ad3 Tb1+
19. Ab1
Y las blancas tienen argumentos para imponerse como se puede comprobar con el siguiente diagrama. Insistimos que la clave estuvo en el control (y no en la ocupación) del centro, actividad, iniciativa y desarrollo.
Un magnífico ejemplo de centro ocupado y sólido se da en la partida Alexander - Larsen (Hastings, 1956-57), que ponemos completa para examinar la importancia del trazado de un proyecto coherente en el juego, y que se desarrolló como sigue:
1. e4 e5
2. Cf3 d6
3. d4 cd4
4. Cd4 Cf6
5. Cc3 a6
Entre otras muchas alternativas, como suele suceder en el mundo de las aperturas, esta jugada tiene como objetivo impedir la ocupación de b5 por el negro.
6. Ag5 e6
7. f4 Ad7
8. Df3 Cc6
Si 8. e5, de5; 9. fe5, Da5 diluye el ataque blanco.
9. Cc6 O-O-O
10. Td4 Ac6
El alfil queda en una excelente diagonal.
11. f5 Da5
12. Af6 gf6
13. fe6 Dg5+
Tal vez, mejor hubiera sido 13. Ae2, O-O-O.
14. Rb1 fe6
15. Ac4
Se llegó a la siguiente posición, donde aparentemente, el rey blanco está mejor defendido, y los peones centrales del negro son más fáciles de atacar, sin embargo, la siguiente jugada será clave para demostrar la fuerza de las piezas negras:
15. ... De5!
Evidentemente, ahora el centro es del negro, al tener perfectamente defendida la falange de peones y ser difícilmente desplazable esta dama.
16. T1-d1 O-O-O
17. Ce2 f5!?
Parece arriesgado pero el alfil de c6 necesita juego.
18. Db3 Te8
Con 18. ..., fe4; 19. Ae6+ el blanco consigue la casilla d5 y una gran ventaja posicional. Ahora lo mejor serí ef5 o Aa6, pero el negro tiene defensa: 19. Aa6, ba6; 20. Tc4, Rd7; 21. Tc6, Rc6; 22. Da4+, Rc7; 23. De8, Db2+!; 24. Rb2, Ag7+, con igualdad.
Con la siguiente jugada el blanco pretende preparar el sacrificio, pero le falta tiempo.
19. Cc3? fe4
20. Aa6 d5
Llegados a esta posición, el negro tiene totalmente dominado el centro, y la liquidación de sus peones del flanco de dama no supondrá más que la apertura de importantes columnas sobre el enroque, mientras el ataque blanco irá diluyéndose.
21. Ab5 Ac5
La actividad de las piezas negras comienza a ser evidente.
22. Ta4 Rc7
23. Ac6 bc6
24. Ta6 Tb8
El blanco no tiene más que seguir con el ataque, dejando sitio a la dama, pues el centro negro impide una buena retirada de la torre. El negro, por su parte, va a iniciar el contraataque, pues, aunque su desarrollo no sea completo, la dama y el alfil son fuertísimos.
25. Da4
25. ... Tb2+!
Si 25. ..., Dc3?; 26. Dc6, Rd8; 27. Td5+!, y el blanco tiene tablas por contínuo.
26. Rb2 Tb8+
27. Rc1 Ae3+
No se puede intentar el cambio de dama por dos torres con 27. Db3 por 27. ..., Ad4; 28. Db8+, Rb8; 29. Ta3, c4; y el negro no puede liberarse de la clavada.
28. Td2 Dc3
29. Ta7+ Aa7
El blanco fuerza el cambio de damas para evitar el mate pero ya no hay nada que hacer.
30. Da7+ Tb7
31. Dd4 Dd4
Evitando el mate en a1.
32. Td4 Rd6
La mejor estructura de peones, el dominio del centro y la mayor mobilidad dan la victoria al negro.
33. Td2 c5
34. g4 e3
35. Tg2 d4
La torre es mala bloqueadora.
36. g5 Tf7
37. Rd1 e5
38. h4 e4
39. Re2 Tf3
40. h5 c4
Y las blancas abandonan en esta posición ante el posible mate:
41. g6 d3+
42. cd3 cd3+
43. Re1 e2
44. Tg1 e3
45. g7 Tf2
Sin solución para d2++.
Por último veremos la posición alcanzada en la partida (Euwe - Keres, La Haya, 1948), la cual resulta engañosa a la hora de juzgar.
La defensa de peones del blanco es sólida, mientras las negras la tienen debilitada. Sin embargo, el problema no consiste en las debilidades mismas, sino, principalmente, en las posibilidades de aprovecharlas.
En esta situación, los defectos de la posición del rey negro no tienen importancia, pero, de cambiar el alfil a c2, las blancas tendrín clara ventaja. Tal como está la partida en este momento, Keres realiza una combinación que potencia la acción de sus piezas de cara al ataque del rey enemigo:
1. ... Te4!
2. Te4 d5
3. Da6 de4
4. Ae3 Dg4!
Ahora, la dama y el caballo están preparados para atacar g2, la torre ocupa la columna central y en el centro hay un fuerte peón que potencia la acción de las figuras, proporcionando apoyo en d3.
5. Dc4 Td3
Si 5. h3, Dg3; 6. De2, Ch4, con las amenazas Cf3+ y Cg2.
Ahora no puede ser tomado el peón e4 por De2; a 6. Te1 seguiría f5, no habiendo defensa para Cf4 y Ch4.
6. Ac1 Ch4!
Llegado a esta posición, las blancas no pueden limitarse a una defensa pasiva, con Dc2, pues después de la jugada negra f5, quedan en una situación muy desfavorable, ya que el ataque que sufrirín irí cambiando con la amenaza de promocionar el peón, por lo que aceptaron el sacrificio con:
7. De4+ f5
8. Db7 c6
Las negras no tienen más que apartar la dama, pues a 9. Dc6 sigue 9. ..., Tc3.
9. Dc6 Tc3!
10. Dd5 Tc5
El objetivo de esta jugada es alejar la dama de la diagonal.
11. Dd2 Tc1!
Las blancas perdieron una pieza sin compensación.
12. h3? Dg3?
Los dos se equivocaron, mejor hubiera sido 12. Df2. Después de 12. h3? el negro tenía una mejor, Cf3+.
13. De2 Df4
Y las negras se impusieron con comodidad