
Bobby Fischer: Inicios en el ajedrez profesional
Comienzos
La carrera profesional de Bobby Fischer coincidió con el encumbramiento de la escuela soviética de ajedrez que, subvencionada por el Estado, dominó la disciplina desde 1948 hasta la desintegración de la Unión Soviética en 1991, con el paréntesis de Fischer y aun después de dicha desintegración, los jugadores formados en dicha escuela soviética estuvieron en la cima ajedrecística durante años.
El Campeonato de Estados Unidos de 1957 tuvo una categoría Zonal para la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) en lo referente al sistema de Candidatos al título mundial. Fischer, ya campeón juvenil de Estados Unidos y habiendo terminado noveno en la edición anterior del campeonato absoluto, se alzó con el primer lugar, y se clasificó para el Torneo Interzonal de Portoroz (hoy Eslovenia) del año siguiente, en el que obtuvo el sexto puesto: un resultado magnífico que le permitió acceder al torneo de Candidatos y obtener de forma automática el título de Gran Maestro.
El GM soviético David Bronstein dijo de la estancia de Fischer en Portorož: «Fue interesante para mí observar a Fischer, pero durante mucho tiempo no pude entender por qué este chico de 15 años jugaba tan bien a los ajedrez.Fischer se convirtió en la persona más joven clasificada como Candidato (a campeón mundial) y el Gran Maestro más joven de la historia con 15 años, 6 meses y 1 día. "Para entonces todos sabían que teníamos un genio en nuestras manos».
Muchos jugadores han superado desde entonces el récord de precocidad de Fischer en obtener el título de Gran Maestro; cabe señalar, sin embargo, que el estadounidense lo alcanzó con recursos muy limitados, en una época en la que la información ajedrecística, particularmente la que llegaba a los Estados Unidos, era mínima; en solitario y sin entrenadores (mientras que los jugadores soviéticos recibían apoyo oficial), y sin el auxilio de potentes programas de juego y bases de datos disponibles para los jugadores actuales. Debieron pasar treinta y tres años para que la ajedrecista húngara Judit Polgár estableciera una nueva marca.
Fischer disputó nueve veces el Torneo Rosenwald de Nueva York, en el que se dirimía el Campeonato de los Estados Unidos. En su primera participación solo pudo ganar un par de partidas, aunque una de ellas, su victoria ante Donald Byrne, lo proyectó a la fama internacional pues fue publicada en revistas especializadas de todo el mundo. Con 13 años Fischer venció mediante un juego combinativo. En sus restantes ocho apariciones obtuvo en todas el título nacional con al menos un punto de ventaja sobre el segundo clasificado. En la edición de 1963 logró además coronarse campeón venciendo en todas las partidas; una hazaña sin precedentes pues participaban en el certamen figuras de la talla de Samuel Reshevsky, Larry Evans, Pal Benko y Robert Byrne.
Olimpiadas de ajedrez
Fischer acudió a cuatro Olimpiadas de ajedrez con el equipo de los Estados Unidos. En todas ellas consiguió resultados sobresalientes, incluyendo dos medallas de plata y una de bronce defendiendo el primer tablero de su país. En Leipzig (Alemania), en 1960, empató con el gran maestro letón (en esa época Letonia estaba bajo dominio soviético) y campeón del mundo de ese entonces, Mijaíl Tal; al término del juego, Fischer le dijo al campeón: «No juega usted mal», a lo que Tal respondió: «Es la primera vez que usted lo reconoce, y si me hubiera ganado afirmaría que jugué como un genio».[19] Sin embargo en la segunda ronda del torneo, jugó también contra el ecuatoriano César Muñoz Vicuña, guayaquileño, Maestro de ajedrez ecuatoriano, ingeniero civil y, por varios años, presidente de la Federación Deportiva Nacional del Ecuador, quien derrotó a Fischer mediante una fuerte defensa siciliana que acompañó con la variante de dragón y el ataque yugoslavo.[20]
En Varna (Bulgaria), dos años después, Fischer se encontraría con el legendario Mijaíl Botvínnik, al que dominó durante toda la partida aunque este salvaría el empate gracias a la ayuda en el análisis de la posición aplazada de sus compañeros de equipo, especialmente de Efim Geller, alcanzando un final de tablas teóricas en desventaja material. En la Olimpiada de La Habana (Cuba), el equipo de la Unión Soviética reservó al campeón mundial Petrosián, por lo que Fischer se enfrentó al entonces subcampeón Boris Spaski con quien firmó las tablas después de cincuenta y siete movimientos en una partida que comenzó con la Apertura Española o Ruy López. En su última presentación «olímpica», en Siegen (Alemania), Spaski, ya como campeón mundial, derrotó al Gran Maestro de Brooklyn. Fischer en total ganó 40 partidas, empató 18 y perdió 7 en la máxima competición por equipos del ajedrez, con un porcentaje de efectividad de 75,4%.