José Raúl Capablanca

José Raúl Capablanca

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Primeros años:

Capablanca nació en el Castillo del Príncipe, instalación militar de La Habana, el 19 de noviembre de 1888. José Raúl fue el segundo hijo de José María Capablanca Fernández, oficial del ejército español, y la matancera de origen catalán Matilde María Graupera Marín.

Según su propio relato, Capablanca aprendió a jugar el ajedrez a los cuatro años de edad, observando a su padre jugar con amigos. En el transcurso de una de las partidas, que este jugaba habitualmente por las tardes con el general Francisco de Paula Loño y Pérez, de quien era asistente, observó que don José María movía el caballo de una manera no permitida; ante la sorpresa de todos, lo acusó de hacer trampas y pasó a demostrarle lo que había hecho. Acto seguido, Capablanca disputó una partida de ajedrez con su padre y lo venció.

Cuando el niño cumplió los cinco años, su padre comenzó a llevarlo al Club de Ajedrez de la Habana. A los mejores jugadores del club les fue imposible derrotarlo dándole ventaja de dama (es decir, el oponente jugaba sin dama). En diciembre de 1901, a la edad de trece años, derrotó al campeón nacional cubano Juan Corzo con el resultado de 4 victorias, 3 derrotas y 6 tablas, alcanzando el título de campeón de Cuba.

Juan Corzo

Hacia la cima del ajerdez:

En 1905 comenzó a frecuentar el Club de Ajedrez de Manhattan. En la noche del 6 de abril de 1906 participó en un torneo relámpago en el que, tras sucesivas partidas eliminatorias, venció al gran Emanuel Lasker, ante el asombro de todos, adjudicándose el torneo. Lasker estrechó la mano de su vencedor diciéndole: «Es notable joven, usted no ha cometido errores». 

San Sebastián, España, en 1911. Esta era una de las competiciones más importantes de la época; todos los grandes jugadores del planeta estarían presentes excepto el entonces campeón mundial Emmanuel Lasker. Al inicio del torneo Osip Bernstein y Aron Nimzowitsch objetaron la presencia del invitado pues este no había ganado todavía ninguno de los grandes torneos. Sin embargo, después de que Capablanca ganara su primer juego contra Bernstein (en una partida que le otorgaría el premio a la brillantez),[3]​ éste reconoció su talento y dijo que no se sorprendería si su vencedor terminaba ganando la presea mayor. 

Campeón Mundial:

En 1920, Lasker se dio cuenta de que Capablanca se estaba haciendo demasiado fuerte y decidió renunciar al título en favor de este, añadiendo: "Usted ha ganado el título no por la formalidad de un desafío, sino por su brillante maestría".


El nuevo campeón del mundo, Capablanca, dominó en Londres en 1922. Hubo un número interesante de jugadores fuertes y se creía que el campeón no debería poder evadir retos a su título como había sucedido en el pasado. En este torneo, algunos de los mejores jugadores de la época (Alexander Alekhine, Efim Bogoljubov, Géza Maróczy, Richard Réti, Akiba Rubinstein, Tartakower y Milan Vidmar) se reunieron para discutir reglas para los campeonatos mundiales por venir.

Perdida del título:

l encuentro se jugó en septiembre en Buenos Aires. Ganaría el primero en obtener seis victorias. Alekhine jugó con paciencia y solidez y llevó a Capablanca a perder la primera partida de manera mediocre.

Fallecimiento:

José Capablanca recibió sepultura en la necrópolis de Cristóbal Colón, en La Habana, con grandes honores. El general Fulgencio Batista, dictador de Cuba, se hizo personalmente cargo de los trámites funerarios. Capablanca falleció a la edad de 53 años y 109 días. En 1951, Cuba editó una estampilla de 25 centavos con su retrato, la primera con la figura de un maestro de ajedrez.