
Una pasión, una adicción...
Todos...
Los que nos aventuramos en este juego-ciencia hemos sido engañados,
engañados por creer que solo seria un pasatiempo,
engañados por creer que no causaría en nuestra vida un tormento.
Y ahora, ahogados por la pasión del ajedrez disfrutamos de su esencia en todo momento.
Sus lineas, su belleza, su interminable aprendizaje, hace que nos envolvamos en un mundo lleno de sorpresas, nos sumergimos en un mar de sentimientos encontrados que se ven a tragaluz en tan solo unos segundos de empezar la partida, hasta el ultimo aliento que exhalamos al agotarse el tiempo.
Quien diría que reglas tan simples se harían posibilidades tan infinitas. ¡Que paradoja!
Un espacio a solas, una buena compañía, en cualquier hora y en cualquier lugar, el ajedrez, esta para ti...