¡Hoy cumplo veinte años! (Mis mejores consejos de ajedrez)

     La palabra “ajedrez” me acompaña desde antes que naciera, siendo el motivo de los mejores y peores momentos de mi vida. Hoy, debido a que es una fecha especial para mí como ya lo expresa el título, me gustaría compartir un poco de mi historia, escribiendo sobre las lecciones más importantes que he aprendido a lo largo de mis 10 o más años practicando ajedrez, esperando de esa forma poder ayudar a otras personas que están involucradas en este triste y feliz mundo.

     Rápida introducción de mí persona, soy Gabriel Antonio Salazar Olchowski, nací en Venezuela y practico ajedrez desde que no tengo idea. Sí, sé que esta no es la memoria esperada de un jugador profesional, pero es lo que hay, transparencia total. Sin embargo, sí recuerdo la razón por la que me involucré en este universo de piezas, y no es más que ser mejor que mi hermana.

     Ella fue campeona nacional en categorías menores varias veces, representando al país en eventos internacionales, lo que obviamente me hizo feliz, pero también encendió una chispa en mi competitivo niño de diez años, estableciendo la meta de que sería mejor que ella y representaría también a Venezuela.

     Y aquí es cuando las cosas se ponen interesantes, solo estaba pensando en ser esa persona, el jugador de ajedrez profesional, pero nunca consideré los esfuerzos que alguien como mi hermana debería haber puesto para mejorar en el ajedrez todos los días. Lamentablemente, un campeón no se construye jugando innumerables partidas blitz y bullet, por lo tanto, necesitaba trabajar intensamente para llegar a su nivel.

     En resumen, después de años luchando con diferentes métodos de entrenamiento (alerta de spoiler: no hay truco de magia para mejorar en el ajedrez, necesitas probar todo) ganando y perdiendo, aprendiendo de los errores en mis partidas, llorando al perder una posición ganadora, fui capaz de conseguir una fuerza decente como para lograr el primer lugar en el campeonato nacional en mi último año como jugador sub 18, cumpliendo con mi objetivo que yo mismo me había trazado hace 10 años.

     Estoy bastante seguro de que habría abandonado hace mucho tiempo si no fuera porque empecé a amar el proceso, despertar todos los días para resolver 50 posiciones tácticas, analizar abundantes partidas de los Grandes Maestros del pasado, leer incontables libros. Encontraría interesante y emocionante lo que es difícil y aburrido para muchas personas. Esto me lleva a mi primer consejo para mejorar:

1- ¿Por qué juegas al ajedrez?

     Una pregunta que no mucha gente se hace por sí misma, nada más importa si no comienzas respondiendo esto (con suerte, obtendrás una mejor respuesta que simplemente "Quiero ser mejor que mi hermana"). ¿Juegas al ajedrez por diversión? ¿Juegas al ajedrez tratando de mejorar cada día? ¿Juegas al ajedrez por dinero? Todo tipo de respuestas son correctas solo si eres honesto con la persona más importante en la vida, tú mismo.

     Esto diseñará tu carrera como jugador de ajedrez, ya que, si solo juegas porque se trata de un pasatiempo, entonces no tiene sentido dedicar abundantes horas al día para entrenar, en la mayoría de escenarios pasar 1 o 2 horas resolviendo problemas sería suficiente, mientras que es todo lo contrario si quieres jugar ajedrez competitivo. Sin malinterpretaciones, ambas situaciones son buenas, he conocido a mucha gente que juega al ajedrez como hobby y han mejorado sin tener expectativas de realmente hacerlo.

     Sea honesto consigo mismo, ¿está dispuesto a dedicar toneladas de horas a la semana para jugar ajedrez competitivo y mejorar? ¿Está dispuesto a perder un montón de partidas de ajedrez para analizarlas, intentando evitar los mismos errores, aunque de todas formas los repitas de nuevo? ¿Estás dispuesto a sufrir cada día con problemas tácticos? La gente simplemente se enfoca en el resultado “oh, bueno, obtendré el primer lugar en el torneo y ganaré dinero” olvidando el intenso proceso que requiere algo así. No te enamores solo del resultado, enamórate del día a día de trabajo de un ajedrecista.

     Una vez que se haya dado cuenta de por qué juega al ajedrez, probablemente comenzará a preguntarse cómo mejorar, ya sea si es alguien que lo juega por hobby o para competir en torneos, de seguro le gustaría apreciar mejoras con el tiempo.

2- ¿Cuál es la mejor forma de entrenar?

     La triste verdad es que, mejorar en ajedrez es tremendamente difícil. La gente pensaría lógicamente que, si invierten más tiempo en la práctica, aprenderían más rápido, pero a veces (por no decir la mayor parte del tiempo) eso no funciona.

     Las derrotas más difíciles que digerí en el pasado son aquellas contra oponentes que sé con certeza que no han invertido la misma cantidad de tiempo que yo, sin embargo, eso es natural si recordamos que no importa el tiempo que dediques, lo que realmente importa es la calidad de ese tiempo.

     Déjeme explicarle, imagine esta situación, en una mano tenemos a Mario, es una persona comprometida con el ajedrez, se despierta temprano a las 5 de la mañana, sale a correr, y luego cuando está de regreso en la casa, prepara su desayuno para después practicar durante unas 5 o 6 horas al día. Por otro lado, tenemos a Luis, le encanta el juego, pero se encuentra trabajando en Google, lo que no le deja dedicar muchas horas a este deporte, sin embargo, de alguna manera entrena 1 o 2 horas al día. Un día Mario y Luis se enfrentan en un torneo, ¿el resultado? Luis derrota a Mario, a pesar de la diferencia de horas que ambos dedican a entrenar. Y sí, este escenario es absolutamente normal.

     La parte que nos falta en el último párrafo es la forma en que se entrenaban, por ejemplo, si Luis dedica la mayor parte de sus horas solo a resolver problemas, mientras que Mario solía concentrarse en las debilidades que ha ido descubriendo en sus partidas, luego al final del día, el resultado tiene sentido, Luis está trabajando en las cosas que necesita mejorar mientras Mario resuelve problemas al azar.

     Algunas personas inteligentes notaron esto antes de comenzar y se habrán preguntado “¿Cómo debo usar mi tiempo? ¿Cuál es la mejor forma de entrenar? " y la respuesta es... ¡Ninguna! No hay una manera fácil, lo que podría funcionar para usted puede no funcionar para otros, tendrá que probar todas las diferentes formas de entrenamiento antes de darse cuenta de lo que funciona.

     Sin embargo, permítame compartirle una estrategia que me ha funcionado durante este tiempo. Hace años leí que un gran maestro solía crear una base de datos de un ex campeón mundial con sus mejores partidas, analizándolas profunda y constantemente día tras día. Repliqué el mismo método; Seleccioné las mejores partidas de Mikhail Tal. Al principio, era difícil para mí notar un cambio en mi proceso de pensamiento, incluso solo tratar de entender las ideas de este fuerte y complicado jugador parecía imposible, no fue después de más de 50 partidas que comencé a notar algunos patrones que él solía repetir.

     Entonces, comencé a dar nombre a estas peculiaridades que encontraba, una de ellas fue la jugada tranquila en medio de la tormenta. Por favor, no me pregunte por qué ese nombre a un concepto fácil de ajedrez que es “traer otra pieza al ataque”, la cuestión es que esta herramienta Tal la usó en posiciones que nunca alguien se imaginaría.

     Este ejercicio realmente me ayudó y construyo la confianza suficiente para navegar dentro de un árbol de complicaciones.

     No hay atajos para mejorar en el ajedrez, se necesita experimentar con todo al momento de entrenar.

3- El fracaso es el camino a la gloria

     Si es un mal perdedor, siempre se queja de las cartas que obtiene en el póquer y piensa que el casino lo ha engañado de alguna manera. ¡Entonces el ajedrez es el mejor juego para ti! Apuesto a que nadie pensó eso, ¿verdad? ¡Sí! Este juego es para ti ya que aprenderá lo difícil que puede ser la vida cuando no tienes a nadie a quien culpar después de perder más que a ti mismo.

     El ajedrez apesta (a veces), nadie puede describir con palabras lo que sucede después de haber jugado un mal torneo, después de perder una posición ganadora o incluso fallar en encontrar la jugada correcta que le hubiera hecho ganar la partida por el primer lugar. ¿Y lo peor? lo que haya sucedido es totalmente su culpa, aunque tu oponente haya jugado bien, usted sabrá que en algún momento lo dejó ganar.

     Por supuesto, estas son emociones que a nadie le gustaría experimentar, y esa es probablemente la razón por la que hay muchos jugadores escondidos en el comentario de “No, solo quiero jugar al ajedrez para ser un aficionado, no me importa esto”. Cuando la realidad es otra dentro de ellos. O también la razón por la que muchos ajedrecistas renuncian después de un torneo embarazoso. En cualquier caso, la causa son las malas sensaciones que tenemos al experimentar resultados negativos.

     ¿Pero sabe qué? Eso es lo que le construye como un fuerte jugador, la cantidad de veces que usted se considera un fracasado por haber perdido una partida, esos son los momentos que crearán un fuerte deseo de NO repetir lo mismo, y si no me equivoco con lo que apenas sé acerca de la vida, eso significa mejorar.

     Le puedo decir con seguridad, que siempre recordará la jugada que le costó la partida decisiva, probablemente aun se siga sintiendo mal al hacerlo, y eso es natural, recuerda esos momentos en su mente para cuidarse de no repetir lo mismo, y para mostrarle eso, ¡aquí están mis peores errores en mi carrera ajedrecística! Trate de no beber agua cuando observe estas posiciones si no desea dañar su computadora.

4- Buenos y malos hábitos

     Todos hemos escuchado la cita “tus hábitos determinarán tu futuro”, que es completamente acertada en la vida, si tienes el hábito de comer comida chatarra todos los días, probablemente esto determinará la mala salud que obtendrá en el futuro. La misma analogía es útil en el ajedrez, si repites un mal hábito como beber alcohol antes de tus partidas clásicas, esto determinará los malos resultados que obtendrá.

     Pero profundizando más en esto, además de los malos hábitos que un jugador pueda tener fuera del tablero, también existen los que yo llamo "malos hábitos de pensamiento", estos son los relacionados con cómo pensamos sobre una determinada posición.

     Por ejemplo, si cuando usted comienza una partida de ajedrez lo único que piensa es atacar rápidamente al rey del oponente, entonces probablemente esto le lleve a no desarrollar tus piezas, algo bastante terrible en la apertura. Otro ejemplo, si en una posición complicada no considera las mejores jugadas del oponente, probablemente notará que no será capaz de descubrir posibles contragolpes.

     Estos hábitos dañan nuestras habilidades, y es un paso importante superarlos para todos los que quieran mejorar en este juego. Fácil de decir, difícil de aplicar.

     ¿Puede adivinar qué pasa cuando, gracias a un mal hábito, gana una partida? Sí, probablemente repita el mal hábito una y otra vez para obtener el mismo resultado (que no sucederá la mayoría de las veces). Esta es la razón por la que deberíamos criticar incluso nuestras mejores victorias sin prejuicios. Me gusta citar a Mark Manson cuando escribió en el libro "The subtle art of not giving a f**ck”:

"Cuando aprendemos algo nuevo, no pasamos de" incorrecto "a" correcto ". Más bien, vamos de mal a un poco menos mal ".

     La vida es mejor con ejemplos, tenemos un jugador llamado Bobby, es fenomenalmente ejemplar en tácticas y posiciones complicadas en general, está bendecido con una intuición increíble. Un día, cuando jugaba una posición difícil, calculó todas las líneas posibles, pero aún no sabía qué mover, por lo que estableció que la primera jugada que analizaba debía ser la mejor. Ganó la partida y la recompensa por ser el mejor del torneo.

     La consecuencia / recompensa hace que Bobby repita el mismo comportamiento (realizar el primer movimiento que analiza), por lo que en las siguientes partidas intentó la misma idea, obteniendo en general más malos resultados que buenos.

     Pero es peor de lo que podríamos pensar, Bobby tuvo la idea de que, dado que desarrolló una fuerte intuición en el ajedrez, el problema no era realmente que realizara la primera jugada que consideraba, creando un juicio sobre otras áreas o habilidades del ajedrez, haciendo exhaustivo su desarrollo.

     Hay muchos malos hábitos, y es trabajo de todos, como ajedrecistas, encontrarlos y solucionarlos. Éstos son algunos de lo que he experimentado como jugador y entrenador de ajedrez:

• NO considerar las tácticas del oponente
• Enamorarse de un solo movimiento
• Jugadas de peones
• No desarrollar las piezas
• Exceso de confianza y falta de confianza en absoluto
• Jugar demasiado rápido, jugar demasiado lento, jugar demasiado y no jugar en absoluto.

5- ¿Qué sigue?

     Si llegas a este punto del artículo y todavía estás pensando en jugar al ajedrez, ¡felicidades! Estás tan demente como yo. Con suerte, ya sabes lo difícil y triste que puede ser este mundo, sin embargo, lo mejor está por venir, ahora que estás al tanto de todas las trabas en el camino, puede navegar a través de el mismo de mejor manera, no con la expectativa de tener éxito sino pensando que no lo va a hacer tan mal.

     Ahora que has decidido comenzar tu camino para convertirte en un mejor jugador de ajedrez, no hay nada más que pueda decir que, ¡Caissa está contigo! Espero que pueda tomar y utilizar todas estas notas en este artículo.

     En lo que a mí respecta, no creo que sea agradable preguntar sobre mi futuro justo en este específico día de mi vida, mejor voy a buscar algo de tomar para después jugar unas partidas, pero una cosa es segura, estaré aquí para siempre, no solo para mejorar como jugador de ajedrez sino también para ayudar a otras personas como entrenador, no quiero que otros repitan los mismos errores que cometí en el pasado, y quiero convertir la dura experiencia de mejorar en algo al menos un poco más disfrutable.

     Soy el MF Gabriel Salazar, disponible para nuevos estudiantes (pero no para hoy, por favor)

gabosalazarolchowski@gmail.com