La correcta simplificación de una posición Parte I
Alguna vez nos ha sucedido que llegamos a una posición donde tenemos ventaja, por lo tanto lo primero que se nos viene a la mente es simplificarla para llegar a un final donde esa ventaja será decisiva para ganar la partida. Pero como en el ajedrez no siempre todo es tan fácil como lo pensamos, luego de realizar la simplificación nos damos cuenta que nuestra ventaja desapareció o nuestro rival encontró algún contra juego que ya nos comienza a molestar.
Para evitar esos disgustos veremos algunas partidas donde vamos a poder ver el momento oportuno para realizar una simplificación, cuales piezas nos conviene cambiar muy independientemente de su valor y cuales piezas debemos conservar.
También es oportuno mencionar que una simplificación también es útil cuando nuestro rival tiene un ataque sobre nuestro rey, porque no solo acabamos con las amenazas que ese ataque implica sino que por lo general cuando un bando ataque hace concesiones ya se de material (sacrificios) o concesiones posicionales, por lo que si logramos simplificar la posición dejaremos a nuestro rival con desventaja de material o en una posición estratégica peor que la de nosotros, para ilustrar mejor esto último veremos la siguiente partida
Partida N° 1
En esta partida podemos ver que la idea del negro desde que el momento en que jugó b3 es llegar a un final, se dio cuenta que para ganar no era necesario buscar un ataque, sino que le bastaba simplificar la posición, ¿pero que final le convenía?, un final de caballo contra el alfil malo de b2, si se simplificada todas las piezas y dejamos peones contra alfil malo vs caballo bueno, la partida se gana sin problemas.
En la partida el negro jugó bastante bien hasta que se apura en los sacrificios de las ultimas jugadas aunque desde un punto psicológico parece que afecto al jugador de las blancas debido a que se rindió, cabe resaltar que análisis posteriores a la partida se demostró que luego de la jugada de las negras 39.- Cb1 el blanco con 40.- Ab2 tiene defensa contra los peones pasados negros y la partida sigue incluso con el blanco teniendo chances de ganar.
Partida N° 2
En esta partida de apariencia simple pudimos ver como el blanco logra generar dos debilidades en su rival, el peón de b7 y el de d5, luego de una simplificación el negro no puedo proteger ambas debilidades llegando a un final perdedor
El negro teniendo en cuenta ambas debilidades no valoro el cambio de piezas al jugar f6, permitiendo al blanco simplificar la posición, era preferible jugar a6 y optar por otro plan que evite la simplificación.
Partida N° 3
En esta partida pudimos ver que un pequeño detalle puede traer muchos problemas a futuro, el blanco con el cambio de piezas no valoro que su estructura de peones quedaría peor por un simple detalle, "el peón de c6 de las negras" que no dejo que utilice la casilla d5, y valoro mas el quedarse con la columna abierta cosa que luego el negro demostró que no era mas importante que la casilla d4 o la debilidad de b4 que también genero en el blanco
Para terminar, podríamos llegar a la conclusión que muchas veces para ganar no es necesario plantear un ataque como sino hubiera un mañana, o sacrificar piezas hasta encontrar el jaque mate, por el contrario, en algunas ocasiones solo es necesario buscar una debilidad o si ya hemos conseguido alguna ventaja, seguir conservándola y pasar a un final donde podamos hacer valer dicha ventaja para ganar la partida.
Espero que las partidas antes explicadas les brinden un mejor análisis de sus posiciones a la hora de jugar y puedan valorar mejor sobre todo a la hora del cambio de piezas sabiendo con cuales quedarse y con cuales no, recuerden saber detectar la pieza mala de su rival y obligarlo a quedarse con ella, si logran hacer eso, los finales casi siempre serán ganadores para ustedes
Gracias por su visita, ¡hasta la próxima!