
Rey y peón contra rey - La oposición
Volvamos al análisis de una posición ya conocida (diagrama 3 de la entrega anterior), el negro jugó 4. ... Rb7 con el resultado que hemos visto. Pero también pudieron jugar de modo distinto. Imaginemos una secuencia distinta de jugadas:
Diagrama 1
La importancia de esta posición es trascendental. Es la clave de los finales de rey y peón contra rey. Se da con muchísima frecuencia en las partidas vivas (tanto la posición en sí como la posibilidad de que se produzca), y es imprescindible conocerla bien. En ella reside el peligro fundamental que debe sortear el jugador que intenta coronar un peón cuando el rey del adversario está delante del mismo. Para comprenderla bien es preciso manejar dos conceptos importantes: uno es el de «oposición», que estamos estudiando, y el otro es el de la «derrota por obligación de mover», que se conoce con la palabra alemana zugzwang.
En la posición del diagrama 2, ya conocida, al tocar jugar a las negras su suerte está echada: pierden la “oposición”, y con ella la partida.
Diagrama 2
Este principio se aplica aquí en su forma más sencilla, aunque su complejidad y sus posibles aplicaciones se extienden a muchos otros casos. De momento conviene retener simplemente la siguiente norma:
Mover no es solamente un derecho, sino también una obligación que en ciertos casos puede representar la derrota. |
En cuanto al concepto de “oposición”, es muy sutil y tiene aplicaciones que se encuentran entre lo más difícil que el ajedrez puede llegar a producir. Pero la esencia del concepto reside en estas posiciones elementales.
En la posición del diagrama 3, las negras logran el empate tanto si juegan negras como blancas, porque poseen la posición. El rey negro retrocede manteniéndose en la misma columna del peón, de forma que pueda oponerse al blanco cuando éste pretenda avanzar.
Diagrama 3
Con tablas en ambos casos.
Veamos ahora un ejemplo un poco más complejo. La posición del diagrama 4 está ganada por las blancas. ¿Por qué? Las negras tienen la oposición y eso parece garantizarle las tablas. Veamos una posibilidad:
Diagrama 4
Analicemos lo que ocurre si las blancas avanzan su peón:
Diagrama 5
Pero volvamos a la posición inicial. El blanco dispone de una tercera posibilidad, y ella precisamente es la que la da la victoria:
Diagrama 6
Con frecuencia, la única forma de ganar los finales de rey y peón contra rey consiste en perder un tiempo para que el rey adversario pierda la oposición. |
El último ejemplo que vamos a analizar dentro del apartado dedicado a la importancia de la oposición en este tipo de finales, es aún más complejo que los anteriores, aunque sin duda resultará perfectamente comprensible para quien haya seguido con atención la exposición hasta este punto.
La posición del diagrama 7, equilibrada en material, no es tablas como podría parecer a primera vista: gana el bando al que corresponde jugar. ¿Por qué? Porque puede ganar la oposición. Supongamos que juegan las blancas.
Diagrama 7
Las blancas han ganado al conseguir la oposición en la jugada 4.
Calcular todas estas secuencias de jugadas, con sus posibles derivaciones, a partir de la posición inicial es un trabajo prolijo y fatigoso, que además puede fácilmente conducir a omisiones o errores de apreciación. Todos estos inconvenientes pueden ahorrarse si se conoce la siguiente regla:
Cuando los reyes están situados frente a frente, es necesario contar las casillas que hay entre ambos: si el número es par, el rey que juega primero ganará la oposición; si es impar, el que deba jugar perderá la oposición. |
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