JanAlonso

"Cuando se firma una derrota en el ajedrez se produce, inevitablemente, un pequeño rasguño en el corazón.

Hiere y produce un dolor particular, único, que solo quien juega al ajedrez lo puede llegar a sentir. Es un dolor de autovalía,  de autoexigencia, de autodesprecio...

Luego, al final, el rasguño cicatriza y el corazón vuelve a latir"