
Del brillante al desastre: Cómo las rachas afectan al ajedrez
Seguro que alguna vez te ha pasado que no ganas ni una sola partida a pesar de estar estudiando más que nunca y tienes ganas de dejar de jugar para siempre. Pues es importante que sepas que es normal, que esto es algo que les pasa hasta a los mejores jugadores. ¿Por qué? Porque el ajedrez, como la vida, va por rachas.
Seguro que recuerdas cuando Firouzja se convirtió en el jugador más joven de la historia en cruzar la barrera de los 2800 de elo. En un periodo de pocos meses consiguió ganar varios torneos seguidos y sumar esos puntos de elo que le faltaban. Y recientemente, parecía que se iba a clasificar por ser el jugador con mayor elo al candidatos, ya que le sacaba una diferencia de 20 puntos al siguiente, bajó unos 30 puntos de elo entre el Gran Suizo y la copa Sinquefield y al final tuvo que participar en un abierto en Francia para poder clasificar.
Otro ejemplo sería Carlsen que hace unos años estuvo a punto de superar los 2900 puntos de elo y, actualmente, tiene 2830 y está mucho más cerca del resto de jugadores.
No por esto hay que desanimarse y dejar de jugar a la primera que se tuercen un poco las cosas. A lo mejor no estás concentrado mientras juegas o has tenido un día duro de trabajo y te cuesta mantener la atención… Todos estos factores pueden estar afectando a tu nivel de juego y por mucho que estudies no se ven los resultados en tus partidas. Además, es importante remarcar que los resultados de estar estudiando ahora puede que no se vean en la próxima partida que juegues, pero es seguro que en un medio o largo plazo sí se verán y empezarás a ver cómo mejoran el nivel de tus partidas.
Por otra parte, seguro que alguna vez te has puesto a jugar y ganabas todas las partidas. Puede que pensases que “solo he tenido suerte” pero no es esa necesariamente la respuesta. También puede haber buenas rachas que nos hacen tener muy buenos resultados durante un determinado periodo de tiempo y es importante no confiarse cuando esto sucede, pero al mismo tiempo aprovechar que estamos jugando bien para seguir mejorando y conseguir nuestros objetivos.
Esto se puede ver en el caso de Gukesh que necesitaba ganar el torneo de Londres para poder clasificar al Candidatos, sin embargo, tuvo un nivel de juego muy inferior al que suele demostrar. A las pocas semanas se le presentó la última oportunidad para clasificar: tenía que ganar un torneo en Chennai. Lo consiguió y no solo eso, sino que a los pocos meses, en el Candidatos, mantuvo este nivel de juego mostrando unas partidas increíbles con las que consiguió convertirse en el próximo retador por el título mundial. Y ojalá pueda mantener este gran nivel y tengamos un increíble Campeonato del Mundo.
En conclusión, a todos nos pasa (incluso a los ajedrecistas más experimentados de la élite) que tenemos periodos en los que jugamos peor de lo normal sin que haya un motivo evidente. Aunque también puede pasar lo contrario y jugar de forma increíble. Todo esto es normal y va a pasar ciento de veces a lo largo de la vida por lo que hay que aprender a aguantar durante las malas rachas y aprovechar las buenas para motivarnos y seguir mejorando.