EL BANCO REDONDO

La torre Evangelica de los "cuatro ojos" sigue en la misma esquina frente a sus vecinas Catolicas "doble aguja". Yo no soy el mismo por fuera y tal vez lo sea por dentro aunque mi persepcion dice otra cosa. Hoy quisiera conmigo una maquina fantastica que me trasporte a la adolescencia del perdon y los sueños alborotados y confusos dueños entonces de mi cielo adolescente sentido y amado. Los años pasaron tal cual es el oficio de la vida sumar el tiempo que a pesar de todo mantiene vivo mucho de aquellos dias, pues no todas las casas añejas se han derrumbado y digo de la permanencia de los vecinos de mas edad que ilustranlas calles de la ciudad con su memoria. Late en mi' una nostalgia noble que no duele y evoco el banco redondo con su arbol de brazo largo que los domingos por la tardecita casi acariciaba la espalda de los musicos de la banda, emergiendo desde su centro que si mal no recuerdo siempre era pintado color naranja. Fue el sitio que ocupaban los trabajadores veteranos jubilados para su costumbre de la amistad y las historias ciertas, o con el tinte de las fabulas donde alguno mas viejito repetia una y otra vez sus relatos sin ser burlado por ello. Yo atendia cada palabra sin perder el hilo de la narracion ofrecida con agradable uncion como si no las hubiere escuchado antes. Por eso las recuerdo.

(continuara)