Toda persona de buena voluntad busca encontrarse para reunirse tras el mismo objetivo! Las fotografias, los recuerdos siempre despiertan buenos intereses o dividendos al corazon, si se pudiera emparentar la fabulosa actividad de este musculo vital con aquello que nos entra por los ojos y se "archiva" en el alma!. ¡Yo señorita, yo señorita!. Aquien no le suena en un rincon de su corazon tales palabras, saltando y sacudiendo las manos en alto como un plumero de dedos cortos. Y ella la "señorita", autorizaba o pedia calma a tal pedido con la mejor sonrisa, eramos atendidos o "reprendidos" segun justificamos la causa. A mi me tocaba siempre lo segundo, y hasta recuerdo con cariño un leve tiron de oreja! La señorita querida, por mi atencion dispersa, volando en cuantas nubes perdidas pasaran y cargando en ellas un monton de sueños que no tenian nada que ver con los numeros, para mi bien o mi mal. Los niños, "pichones" de hombres y mujeres nunca son sujetos predecibles y cada uno lleva encima un don de la naturaleza y mañana seran buenas personas o lo pudieron entender de la vida. Vaya este homenaje a tantas maestras que pusieron y ponen su coraje de madre a veces sin serlo aun, porque el impulso de su condicion les dicta la opcion maravillosa de repartir amor en tantos "pedacitos" como le fuera posible!. ¡Yo señorita, yo señorita!
Toda persona de buena voluntad busca encontrarse para reunirse tras el mismo objetivo! Las fotografias, los recuerdos siempre despiertan buenos intereses o dividendos al corazon, si se pudiera emparentar la fabulosa actividad de este musculo vital con aquello que nos entra por los ojos y se "archiva" en el alma!. ¡Yo señorita, yo señorita!. Aquien no le suena en un rincon de su corazon tales palabras, saltando y sacudiendo las manos en alto como un plumero de dedos cortos. Y ella la "señorita", autorizaba o pedia calma a tal pedido con la mejor sonrisa, eramos atendidos o "reprendidos" segun justificamos la causa. A mi me tocaba siempre lo segundo, y hasta recuerdo con cariño un leve tiron de oreja! La señorita querida, por mi atencion dispersa, volando en cuantas nubes perdidas pasaran y cargando en ellas un monton de sueños que no tenian nada que ver con los numeros, para mi bien o mi mal. Los niños, "pichones" de hombres y mujeres nunca son sujetos predecibles y cada uno lleva encima un don de la naturaleza y mañana seran buenas personas o lo pudieron entender de la vida. Vaya este homenaje a tantas maestras que pusieron y ponen su coraje de madre a veces sin serlo aun, porque el impulso de su condicion les dicta la opcion maravillosa de repartir amor en tantos "pedacitos" como le fuera posible!. ¡Yo señorita, yo señorita!